Banco Mundial prevé un crecimiento del 4,3 % para China en 2023
El Banco Mundial ha pronosticado que la economía de China crecerá un 4,3 por ciento este año y luego aumentará un 5 por ciento para 2024, la primera proyección importante realizada después de que el país entró en una nueva fase de respuesta a la COVID.
Dado el desarrollo de la epidemia, el aumento en los niveles de vacunación y la amplia experiencia en prevención de epidemias, las autoridades sanitarias de China anunciaron que degradarían la gestión de la COVID-19 y la eliminarían de la gestión de enfermedades infecciosas que requieren cuarentena a partir del domingo.
"Se prevé que el crecimiento en China se fortalezca en 2023 a medida que disminuyan las restricciones relacionadas con la pandemia", dijo el prestamista con sede en Washington en sus Perspectivas económicas globales, publicado el martes.
Predice que la expansión del producto interno bruto se desacelerará en todas las principales economías y regiones, excepto en China.
Por ejemplo, se prevé que el crecimiento en Estados Unidos caiga al 0,5 por ciento en 2023, lo que será 1,9 puntos porcentuales por debajo de los pronósticos anteriores y el desempeño más débil fuera de las recesiones oficiales desde 1970, dijo el Banco Mundial en el informe semestral.
Para la eurozona, se espera un crecimiento del cero por ciento, también una revisión a la baja de 1,9 puntos porcentuales, mientras que en China, el crecimiento proyectado del 4,3 por ciento en 2023 está 0,9 puntos porcentuales por debajo del pronóstico que hizo el Banco Mundial hace medio año.
A nivel mundial, el crecimiento se está desacelerando bruscamente ante la inflación elevada, las tasas de interés más altas, la inversión reducida y las interrupciones causadas por el conflicto en Ucrania, y se espera que el crecimiento para 2023 se desacelere a 1,7 por ciento desde el 3 por ciento pronosticado hace seis meses.
Ese sería el tercer peor desempeño en casi tres décadas, eclipsado solo por las recesiones mundiales de 2009 y 2020, según el Banco Mundial.
En noviembre del año pasado, semanas antes de que China cambiara su enfoque de prevención y control de epidemias de prevenir infecciones a reforzar el tratamiento de casos graves, el Fondo Monetario Internacional (FMI) predijo que la economía de China crecería un 3,2 por ciento para 2022, y luego aumentaría a 4,4 por ciento en 2023.
Esa cifra es 1,7 puntos porcentuales más alta que el promedio global proyectado en 2,7 por ciento, según Perspectivas de la economía mundial del FMI.
El Banco Mundial señaló que sus proyecciones de referencia suponen una reapertura desigual en China acompañada de brotes recurrentes de COVID-19 e interrupciones económicas, lo que, según dice, podría reducir el crecimiento de China en relación con la referencia en 0,5 puntos porcentuales.
"Puede haber sorpresas positivas en las perspectivas económicas de China. Esto incluye una relajación ordenada de las restricciones de movilidad seguida de una fuerte liberación de la demanda reprimida de consumo y servicios”, dice el informe.
Una recuperación más rápida de lo esperado en el sector inmobiliario del país es otra posibilidad al alza, agregó.
Lo que el Banco Mundial espera como "sorpresas positivas" parece haber encontrado una base sólida para convertirse en una realidad en China, que inició un período de viaje de vacaciones de 40 días, desde el sábado hasta el 15 de febrero.
Guo Shuqing, presidente de la Comisión Reguladora de Banca y Seguros de China, dijo que China hará que su política monetaria prudente sea más específica y efectiva para facilitar la recuperación y mejora general de su economía.
"Convertir el ingreso total actual en consumo e inversión en la mayor medida posible es la clave para una recuperación económica más rápida y un crecimiento de alta calidad, y los servicios financieros tienen mucho que ofrecer en el proceso", dijo Guo citado por Xinhua el domingo..
La Conferencia Central de Trabajo Económico anual celebrada a mediados de diciembre en Beijing ha hecho arreglos para desactivar y prevenir riesgos en el sector inmobiliario y garantizar su desarrollo saludable, destacando el principio de que "la vivienda es para vivir, no para especular".
La reunión, que estableció el tono económico para 2023, también reafirmó la determinación del país de abrirse a un nivel más alto, incluso intensificando los esfuerzos para ampliar el acceso al mercado y promover la apertura de industrias de servicios modernas.
Gary Hufbauer, investigador principal y experto en comercio del Instituto Peterson de Economía Internacional, espera que las actividades comerciales chinas se intensifiquen al otro lado de la frontera.
"No hay evidencia de que China se esté alejando de los mercados extranjeros", dijo Hufbauer a China Daily. "Ahora que los bloqueos por el COVID se están eliminando, espero que la producción y las exportaciones chinas se recuperen en 2023".
Jan Hatzius, economista jefe de Goldman Sachs, dijo el miércoles que los economistas chinos de la institución financiera ahora esperan una "especie de recuperación en forma de V" como se ha visto en muchas otras economías que han cerrado debido a COVID.
"Ahora estamos buscando un 2,6 por ciento, después del 2,6 por ciento en 2022, tenemos un crecimiento del 5,2 por ciento para China este año", dijo Hatzius en un seminario web organizado por el Atlantic Council.
Dijo que la fuerte aceleración no significa que los problemas económicos a largo plazo y los desafíos en la demografía y el mercado inmobiliario hayan desaparecido.
“Espero que la actividad inmobiliaria se reduzca sustancialmente en las próximas décadas; eso será un lastre duradero. Pero a pesar de eso, creo que en el corto plazo podemos ver una recuperación bastante fuerte”, dijo.
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